Con el correr de los años y de los conocimientos recibidos, aprendidos y aprehendidos en carreras relacionadas a comunicación y periodismo en todas sus facetas, el alumno adquiere y asimila una forma de relatar los hechos, una estructura ideal en la que su propia opinión no tiene lugar y en la que solo reina la objetividad. Pero en la realidad que rodea a una redacción o a una empresa de noticias, esa objetividad y esos conocimientos pierden autoridad y se entregan a los intereses impuestos por el líder económico de turno. ¿Qué es lo que se toma en cuenta para la presentación de un tema? ¿Cuánta importancia tiene la caja financiera que sustenta al medio?En la actualidad observamos que los intereses económicos rigen en cada medio y en cada noticia. El duelo entre multimedios Clarín y el gobierno delató esa relación de dependencia al ponerse sobre la mesa la situación de varios empresarios y su relación con cada medio, pero esta situación no es novedosa sino que data de la época menemista y quizás antes. Como dice Pasquini Durán en una nota titulada “La noticia es ficción”, “un medio es un complejo sistema de transacciones”, y esas transacciones vienen dadas por los intereses de las partes y no por presentar la verdad pura y objetiva de las cosas.
“La publicidad en algunos casos es determinante” y el contenido publicado por los medios se ve tergiversado por esas empresas que controlan el futuro económico de cada medio. Entonces la objetividad aprendida en los institutos terciarios y en las universidades pierde todo valor y significado, para convertirse en una subjetividad obligada por un jefe de redacción que se ve forzado por sus “dueños” a contar una realidad poco convincente.
Con todo esto se establece que la noticia no es solo un acontecimiento (un hecho que produce un quiebre en la vida cotidiana), sino que además debe vender (literalmente hablando) para satisfacer no solo al público receptor sino también a la empresa emisora (emisora de recursos económicos). Como dice Durán “la noticia es ficción: está producida en busca de atrapar la atención de la audiencia”, lo que echa por tierra cualquier conocimiento previo que podamos tener sobre la profesión y sobre los ideales de nuestra labor.
La noticia ya no es lo que era, su origen ya no está pautado por criterios de noticiabilidad, la objetividad que acusan los medios autodenominados independientes nunca fue tal. Hoy para que un hecho sea noticia debe cumplir un solo e importante requisito: Vender, captar público y aumentar la caja financiera de quienes sustentan al medio emisor de esa noticia.
Felicitaciones por el blog!! Exitos!
ResponderEliminar